Ubicado estratégicamente en el corazón del pueblo, el restaurante ofrece un espacio amplio y acogedor con dos salones distintos. El primero de ellos cuenta con una barra animada y algunas mesas perfectas para disfrutar de una experiencia de tapeo. En el interior, se encuentra un segundo salón de mayor tamaño, que incluye un encantador patio, destinado principalmente para el servicio de comidas y eventos especiales.
La especialidad de la casa es, sin duda, el exquisito cordero de la región. El comedor ofrece una amplia variedad de platos tradicionales de la zona, como la deliciosa sopa de Grazalema, un plato similar a un cocido casero, así como el sabroso lomo en manteca y los irresistibles huevos fritos con patatas y exquisitas chacinas locales. El cordero, disponible en suculentas chuletitas y tiernas patas al horno, es cuidadosamente seleccionado de las tierras circundantes, garantizando su frescura y autenticidad. Los postres no se quedan atrás, presentando opciones tentadoras como la tarta de bellotas, una receta única y distintiva de la casa, junto con la exquisita tarta de queso de cabra payoya que deleita a los comensales con su sabor inigualable.